sábado, 7 de enero de 2012

La historia de "Muñeca" (Relato verÍdico)

 
Por: María Teresa Fuenmayor Tovar
"Muñeca" es una perrita poodle que juntamente con Pini
(otro poodle) comparte el cariño de mi comadre Gloria Pernalete
y sus hijos Gioser, Gloriberth y Gloriaedel.
Como no soy precisamente entusiasta de las mascotas, cuando
visitaba a mi comadre apenas reparaba a los ladridos de Pini y no
presté mayor atención al hecho de que un día en lugar de hallar
un perrito en su casa encontré dos.
Sin embargo, fuimos mi esposo, mi hijo Luís Felipe y yo a recibir la
Navidad con Gloria y sus hijos y como nos quedamos hasta el día
siguiente esta vez sí nos dio tiempo de conversar más de lo
acostumbrado.
La conversación llegó a los derroteros de las mascotas en general
y luego "aterrizó" en los perritos de Gloria y así supimos que:
Gioser, el hijo mayor, conoció a "Muñeca" cuando pertenecía a un
chico quien le dijo que en su casa ya había otro perro y no podían
tener dos, por lo tanto debía "deshacerse" de ella.
Apenas verla, Gioser notó que la perrita estaba en un estado de
descuido total, así que se la llevó con la idea de buscarle otro
hogar, pero sabiendo que su mamá no iba a aprobar dos perros
en el apartamento, en complicidad con sus hermanas la
mantuvieron oculta en su cuarto por tres días mientras él se
afanaba buscando quién quisiera adoptar una poodle.
En la noche del tercer día la perrita se puso muy mal de salud,
los chicos asustados llamaron a la mamá:
-¡Mamá! ¡Se nos muere la perrita!
-¿Cual perrita?
-La que está en el cuarto de Gioser.
-¿Queeeeeé?

Corrieron al cuarto del chico y Gloria se encontró con una perrita
que parecía un atado de huesitos, tenía fiebre, temblaba y estaba
toda llena de su propia orina y heces fecales.
-¿Cómo se les ocurre, cuándo la trajeron, por qué no me dijeron?
A esa hora, angustiados, tocaron en un apartamento del piso de
abajo donde tienen una vecina con experiencia en poodles ya que
tiene varios. Apenas vio a la perrita les dijo:
-Ay, parece que no fuera a amanecer viva.
Lloraron, rezaron y esperaron el nuevo día. Apenas amaneció
la llevaron al veterinario. La perrita tenía fiebre, estaba
deshidratada, desnutrida, tenía gastritis y señales de maltrato.
Unos lacitos en las orejas pegados con "pega loca"
la incomodaban y le producían dolor.
De inmediato le colocaron suero, le inyectaron un medicamento
para la fiebre, le dieron a tomar algo para la gastritis y el
veterinario les dio cita para 8 días después más el tratamiento que
llevaron para medicarle en casa.
La perrita, debido a la debilidad, se paraba con dificultad. Casi no
se movía. Había recibido tantos maltratos que si alguien levantaba
la voz de inmediato comenzaba a temblar como una hoja.
Se escondía de todos metiéndose bajo la cama.
Gloria y sus hijos se encargaron de su cuidado, de su tratamiento,
la sacaban de debajo de la cama para acariciarla, hablarle
con cariño (algo nuevo para ella). La llevaban a control veterinario
cada 8 días.
Mi comadre decía: -"Claro que no me gustan los animales,
pero ¿Cómo se les ocurrió ocultarla viendo que había llegado en
ese estado? Pobre perrita. Esperemos a que cure totalmente
antes de buscarle un nuevo hogar."

El veterinario dijo que debido al nivel tan agudo de desnutrición
al cual había llegado la perrita nunca podría ser mamá pues no
resistiría un embarazo.
A los tres meses de recibir cuidados, cariños, caricias y atención
constante, "Muñeca" ya se desenvolvía con normalidad.
Gioser, Gloriberth y Gloriaedel esperaban tensos el día que su
mamá diría: -"Ya "Muñeca" está sana, la podemos regalar, me basta
con tener un perro acá."

Entonces ocurrió algo inesperado: un día cualquiera "Muñeca"
convulsionó. La llevaron al veterinario el cual después de muchos
estudios y observaciones diagnosticó "Epilepsia Canina".
(Según el veterinario originada posiblemente por el cruce entre
sus antepasados de parientes muy cercanos entre sí)
La Epilepsia Canina no se cura, debe tener tratamiento de por vida
con Fenobarbital y otros medicamentos que pueden controlarla
pero solo hasta un cierto punto.
Cuando "Muñeca" convulsiona la principal preocupación de todos
es alejar de sus cercanías objetos contundentes con los cuales
se pueda golpear.
A veces sus esfínteres se descontrolan y puede orinarse y defecar
sin tener conciencia de ello. Gruesas lágrimas corren por su
hocico mientras otras tantas corren por las mejillas del resto de su
familia. Porque les diré que "Muñeca" tiene ahora una familia de la
cual recibe no solo cuidados físicos y el alimento, agua, vitaminas
y tratamiento a sus horas sino también y sobre todo mucho amor.
Cuando Gloria se enteró de que "Muñeca" era epiléptica no dudó
en decir: - "La perrita no se va. No la podemos regalar. Nadie la va
a cuidar como lo hacemos nosotros. Quizá la boten cuando vean
que es enfermita."

Pueden pasar meses entre una crisis convulsiva y otra así como
a veces puede convulsionar varias veces en un día, pero entre su
mal yo sé que "Muñeca" es feliz porque ahora tiene lo que todo
perro necesita:
Un hogar y una familia.

Sitio web de la imagen: http://www.papercraftcentral.net/2010/12/animal-poodle/

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