martes, 4 de octubre de 2011

LA HISTORIA DE "MUÑECA"


Por María Teresa Fuenmayor Tovar
(Relato verídico)
"Muñeca" es una perrita poodle que juntamente con Pini (otro poodle) comparten el cariño de mi comadre Gloria Pernalete y sus hijos Gioser, Gloriberth y Gloriaedel.
Como no soy precisamente entusiasta de las mascotas, cuando visitaba a mi comadre apenas reparaba a los ladridos de Pini y no presté mayor atención al hecho de que un día en lugar de hallar un perrito en su casa encontré dos.
Sin embargo, fuimos mi esposo, mi hijo Luís Felipe y yo a recibir la Navidad con Gloria y sus hijos y como nos quedamos hasta el día siguiente esta vez sí nos dió tiempo de conversar más de lo acostumbrado.
La conversación llegó a los derroteros de las mascotas en general y luego "aterrizó" en los perritos de Gloria y así supimos que:
Gioser, el hijo mayor, conoció a "Muñeca" cuando pertenecía a un chico quien le dijo que en su casa ya había otro perro y no podían tener dos, por lo tanto debía "deshacerse" de ella.
Apenas verla, Gioser notó que la perrita estaba en un estado de descuido total, así que se la llevó con la idea de buscarle otro hogar, pero sabiendo que su mamá no iba a aprobar dos perros en el apartamento, en complicidad con sus hermanas la mantuvieron oculta en su cuarto por tres días mientras él se afanaba buscando quién quisiera adoptar una poodle.
En la noche del tercer día la perrita se puso muy mal de salud, los chicos asustados llamaron a la mamá:
-¡Mamá! ¡Se nos muere la perrita!
-¿Cual perrita?
-La que está en el cuarto de Gioser.
-¿¿¿Queeeeeé???
Corrieron al cuarto del chico y Gloria se encontró con una perrita que parecía un atado de huesitos, tenía fiebre, temblaba y estaba toda llena de su propia orina y heces fecales.
-¿Cómo se les ocurre, cuándo la trajeron, por qué no me dijeron?
A esa hora, angustiados, tocaron en un apartamento del piso de abajo donde tienen una vecina con experiencia en poodles ya que tiene varios. Apenas vio a la perrita les dijo:
-Ay, parece que no fuera a amanecer viva.
Lloraron, rezaron y esperaron el nuevo día. Apenas amaneció la llevaron al veterinario. La perrita tenía fiebre, estaba deshidratada, desnutrida, tenía gastritis y señales de maltrato. Unos lacitos en las orejas pegados con "pega loca" la incomodaban y le producían dolor.
De inmediato le colocaron suero, le inyectaron un medicamento para la fiebre, le dieron a tomar algo para la gastritis y el veterinario les dio cita para 8 días después más el tratamiento que llevaron para medicarle en casa.
La perrita, debido a la debilidad, se paraba con dificultad. Casi no se movía. Había recibido tantos maltratos que si alguien levantaba la voz de inmediato comenzaba a temblar como una hoja. Se escondía de todos metiéndose bajo la cama.
Gloria y sus hijos se encargaron de su cuidado, de su tratamiento, la sacaban de debajo de la cama para acariciarla, hablarle con cariño (algo nuevo para ella). La llevaban a control veterinario cada 8 días.
Mi comadre decía: -“Claro que no me gustan los animales, pero ¿Cómo se les ocurrió ocultarla viendo que había llegado en ese estado? Pobre perrita. Esperemos a que cure totalmente antes de buscarle un nuevo hogar.”
El veterinario dijo que debido al nivel tan agudo de desnutrición al cual había llegado la perrita nunca podría ser mamá pues no resistiría un embarazo.
A los tres meses de recibir cuidados, cariños, caricias y atención constante, "Muñeca" ya se desenvolvía con normalidad.
Gioser, Gloriberth y Gloriaedel esperaban tensos el día que su mamá diría: -"Ya "Muñeca" está sana, la podemos regalar, me basta con tener un perro acá."
Entonces ocurrió algo inesperado: un día cualquiera "Muñeca" convulsionó. La llevaron al veterinario el cual después de muchos estudios y observaciones diagnosticó "Epilepsia Canina". (Según el veterinario originada posiblemente por el cruce entre sus antepasados de parientes muy cercanos entre sí)
La Epilepsia Canina no se cura, debe tener tratamiento de por vida con Fenobarbital y otros medicamentos que pueden controlarla pero solo hasta un cierto punto.
Cuando "Muñeca" convulsiona la principal preocupación de todos es alejar de sus cercanías objetos contundentes con los cuales se pueda golpear.
A veces sus esfínteres se descontrolan y puede orinarse y defecar sin tener conciencia de ello. Gruesas lágrimas corren por su hocico mientras otras tantas corren por las mejillas del resto de su familia. Porque les diré que "Muñeca" tiene ahora una familia de la cual recibe no solo cuidados físicos y el alimento, agua, vitaminas y tratamiento a sus horas sino también y sobre todo mucho amor.
Cuando Gloria se enteró de que "Muñeca" era epiléptica no dudó en decir: - "La perrita no se va. No la podemos regalar. Nadie la va a cuidar como lo hacemos nosotros. Quizá la boten cuando vean que es enfermita."
Pueden pasar meses entre una crisis convulsiva y otra así como a veces puede convulsionar varias veces en un día, pero entre su mal yo sé que "Muñeca" es feliz porque ahora tiene lo que todo perro necesita:
Un hogar y una familia.
Sitio web de la imagen: http://es.icomania.com/k-icon-perros.aspx

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